Movimiento por Las Tablas y el Guadiana (MXTG), como movimiento ciudadano, ha promovido desde sus comienzos la búsqueda de soluciones efectivas y duraderas para salvar nuestros ríos y humedales. En definitiva, emprender acciones encaminadas a una mejor gestión del agua para evitar la quiebra de nuestro modo de vida y de nuestro futuro.
Ahora, con la aprobación de Plan Especial del Alto Guadiana, se nos ofrece una nueva posibilidad para enmendar errores. Por eso, invitamos a nuestros representantes a mantener un diálogo fluido y abierto con los ciudadanos y a que sean trasparentes a la hora de anunciar y plasmar las medidas concretas en las que se traducirá el PEAG. Consideramos indispensable que cese el electoralismo al respecto de este asunto, bien anunciando continuamente cantidades mareantes de dinero, bien presionando para mantener un modelo económico desarrollista que no es viable ni a corto ni a largo plazo.
A nuestras instituciones, les pedimos que adquieran compromisos y promuevan acciones que ayuden a la consecución de los objetivos del PEAG. Necesitamos espacios públicos con la mayor participación posible de la gente, donde se hable de estos temas y se lleguen a conclusiones positivas. Recordamos que el agua es patrimonio público y que no es sólo negociando cantidades astronómicas con los sectores económicos afectados como se podrá invertir la actual situación de déficit hídrico en la superficie del Acuífero 23, sino que es necesario que todas las voces sean escuchadas y tenidas en cuenta de la misma manera y que es su responsabilidad que, en el desarrollo del PEAG, nadie se sienta perdedor en el largo proceso que se abre, sino que todos podamos sentir que gracias al fruto del trabajo y del consenso, nuestro patrimonio hídrico va restableciéndose. Y, en general, a todos los sectores implicados, les exigimos que actúen pensando en el futuro y que aparten sus intereses particulares en defensa de lo que es de todos.
Para concluir, MXTG reitera su intención de continuar reivindicando la implicación de los ciudadanos en el desarrollo de las medidas concretas en las que se plasme el PEAG, que vigilaremos, examinaremos y tomaremos las medidas oportunas, desde nuestra independencia, en vista de cómo se desarrollen los acontecimiento futuros y a pesar del voto de confianza que depositamos ante el esperanzador horizonte que dibuja el PEAG. Quizás sea la última oportunidad para solucionar este problema de una vez por todas. No lo desaprovechemos. Éste es un problema de todos y en él está en juego nuestro futuro.
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